Emprender es una palabra a la cual en algún momento de nuestra vida decidimos
obedecer y tratamos de dar uso, cada
cosa que para nosotros es nuevo o que siempre quisimos pero no nos
arriesgábamos a hacer, todo aquello
tiene que ver con esa importante palabra que demuestra una efusiva gana de
crecer y superarnos en aquello que nos hemos marcado como meta.
Sin embargo todo aquello que implica crecer ya sea personal o
profesionalmente necesita un análisis profundo primeramente sobre nuestro
entorno, las ventajas y desventajas para hacerlo y obviamente el método a
emplear para llegar a ello, no es solamente hacerlo, esto muchas veces deja
nuestras ganas de salir adelante a medias o como se dice "por el camino";
esto no significa que a la primera oportunidad nos deba salir a la perfección, ni mucho menos que
no podamos volver a intentarlo si sale mal, siempre tenemos que mentalizarnos
la frase "Un tropezón no es caída".
Debemos saber que hay miles de personas que quieren o incluso ya hacen lo que
estamos queriendo hacer o emprender, debemos mirar la forma en la que lo hacen,
¿qué podemos mejorar o criticar constructivamente?, desde el punto de vista de
si estuviésemos en el lugar de esa persona ¿cuáles serán los puntos negativos y
positivos sobre el trabajo que estamos haciendo?, pero no seamos severos
recordemos que nadie es perfecto.
La clave está en aprender de los errores ajenos, en dar nuestro punto de
vista sobre lo que se hace bien y lo que no, porque si decidimos apostar en
hacer lo que queremos y ya vimos la competencia que hay en el mundo al cual
queremos adentrarnos, se supone que ya tenemos los valores y antivalores o lo
que debo y no debo de hacer para ingresar a ese nuevo ambiente. Cada persona es
distinta y ser distintos nos convierte a cada uno en seres únicos e
irreversibles, nunca nadie podrá ser igual a otro, siempre habrá algún detalle
por más ínfimo que este sea, eso es lo que nos hace diferentes de los demás.
Tener de referente a alguien o que te guste como es, su trabajo, su voz,
etc. ya sea una personalidad importante o hasta el más común y desapercibido de
la gente, tiene su cualidad propia aquello que lo marca como único como ya
hemos mencionado, eso no implica que por ser alguien importante o diferente
debemos tratar de parecernos a ellos, tal vez en sus virtudes podamos rescatar
algo y poner en práctica a nuestra personalidad, pero no plagiemos a nuestra persona
lo que al principio hemos citado, porque en el momento en el que lo hagamos dejaremos
de ser nosotros mismos, adoptaremos actitudes y aptitudes que luego nos
convertirán en uno más del montón o inclusive en una copia barata de esa
persona.
Al emprender debemos darle a aquello por lo cual estamos queriendo salir
adelante, un toque de innovación de manera en que siempre podamos distinguirnos
del montón, algo que haga que las demás personas nos tengan siempre en cuenta y
que puedan llegar a decir que somos únicos en lo que hacemos, que podamos
llegar lejos por ser auténticos y por darle un toque diferente a lo que
queramos presentar a los ojos de los demás, la estrategia para salir adelante
en el mundo de la competitividad es conocernos y conocer a los demás, leer e
investigar, que en nuestras acciones se vea nuestra personalidad, es ahí cuando
podremos decir que nuestro emprendimiento fue optimo en todo sentido porque
pudiste ponerle a todo, tu propio estilo.
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