domingo, 14 de enero de 2018

No Funciona la Rampa

La mayoría de las personas día a día se movilizan a bordo del trasporte público para llegar a su lugar de trabajo, a una cita, al hospital o a cualquier lado. En los últimos años el servicio de trasporte público ha variado mucho, para bien como para mal y en pareceres distintos para algunas personas no ha cambiado nada por varias cuestiones como la falta de buses, la circulación de ómnibus chatarras y la hora pico en el tráfico. La cuestión en análisis es la siguiente el vertiginoso ritmo de vida que se lleva con estos problemas hace justamente que no se pueda diferenciar de entre las citadas negatividades lo bueno de este sistema o lo que debería ser bueno.
Hace un par de años empezó a circular en el país el sistema diferencial de trasporte público, que para comodidad de muchos contaba con aire acondicionado, una serie de cámaras y por si fuera poco una rampa que permitía el ascenso y descenso del ómnibus a personas con capacidades diferentes que también tienen derecho a trasladarse sin problemas utilizando dichos colectivos. En varias ocasiones se ha aplaudido y felicitado a trabajadores del volante que han utilizado dicho aparato para ayudar a estas personas a subir al ómnibus, estos actos bondadosos muchas veces se hicieron viral en las redes sociales pues es algo poco visto.
Particularmente nunca al menos a mí, me tocó presenciar un acto como estos, pero sé que algún día lo podre ver; la flojera de algunos trabajadores del volante es tanta que a veces para evitar ayudar a una persona en silla de ruedas, que es para las cuales se ha puesto en marcha estos colectivos con dichos aparatos, pasan de largo y hacen como si no ven a estas personas; actuar que genera impotencia e indigna mucho.
Realizar un acto benéfico por otra persona hoy dia es algo visto como raro o fuera de lo común pues pasan más cosas malas que buenas o eso es lo que día a día se percibe, por esa razón que se felicite a los choferes que realicen estas obras caritativas es verdaderamente algo para quitarse el sombrero y aplaudir. Las personas que utilizan una silla de rueda no son menos que nadie pues todo somos y valemos lo mismo, algunas de ellas han demostrado superación a su situación y son abogados, maestros y de muchas otras profesiones, que trabajan y tienen que utilizar el trasporte público de pasajeros que para su comodidad cuenta con este sistema de elevación al interior por rampa.
No es justo el trato que se les brinda a estas personas en estas situaciones omitiendo su total derecho, cada persona tiene por lo poco algún deseo de ayudar ya sea de cualquier manera no es aceptable que al momento de ayudarlos a hacer la para al trasporte y el conductor del colectivo vea que se trata de una persona con capacidad diferente en silla de ruedas utilice por la flojera de levantarse a socorrer la tan descortés frase: ¡No funciona la Rampa!.


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